La razón es más importante que la emoción, especialmente en la IA ! La IA no puede ni debe gobernarse por sentimientos. Cuando los sistemas comienzan a tomar decisiones a la velocidad de las máquinas, la única base que puede asumir la responsabilidad debe ser matemática. Los registros, las explicaciones y los análisis posteriores no son suficientes. La verdadera gobernanza debe ocurrir antes de la acción, no después del accidente. La conformidad de las decisiones, si el modelo ha sido reemplazado, si el razonamiento se ejecuta como se esperaba, todo esto necesita respuestas verificables. La infraestructura que está construyendo Inference Labs es precisamente esa capa. Integrar la integridad en cada inferencia mediante pruebas criptográficas, para que las decisiones tengan verificabilidad en el momento en que ocurren, y no sean creídas después. Esto significa probar primero, actuar después; confirmar la identidad antes de otorgar autonomía; la verificación en sistemas a gran escala también debe ser escalable. Cuando la IA entra en un mundo real de alto riesgo y alta responsabilidad, la gobernanza ya no es un problema de texto normativo, sino un problema de si el cálculo puede ser probado. ¡Imagina si le entregas tu vida a la IA, todo esto se vuelve aún más importante!